viernes, 11 de octubre de 2013

Maltrato tecnológico


PhONe kILLeR

Caso 1


Confieso que soy un maltratador de móviles. Comencé por accidente: vestido de traje en un retrete de la empresa, me giré hacia el lavabo y mi Motorola ultracojonudo de dos cámaras salió disparado, tocó tabla y encesté en la taza. Afortunadamente ya había tirado de la cadena. Lo rescaté y estuvo en un bote con arroz una buena temporada. No resucitó.


Caso 2

A un Samsung de tapa lo tuneé en los chinos y me quedó espectacular. Estaba con Orange de tarjeta y se me acababa el saldo enseguida: pagaba y no me comunicaba. Perdí una oportunidad con una pava pechugona que me gustaba, así que le retorcí el pescuezo. Hoy, ambas partes reposan en un cementerio de móviles con todas mis víctimas.



Caso 3

Pero lo más cruel fue recibir una llamada de intimidación de mi exmujer en mi Sony Ericsson nuevo y molón. Me cabreé y lancé el móvil contra el salpicadero, rompiendo la pantalla digital del coche. Estaba en un garaje y de desesperación me dejé ir para atrás... me fostié con una columna y le preparé un bollo de la hojtia. Me puse como loco y lo trituré con las tenazas de mis manos meseteñas mientras me apartaba la puta corbata. Sólo jodí la tapa trasera pero pensé que me lo había cargado. Resucitó en forma de llamada, así que lo cogí y con todas mis fuerzas lo golpeé varias veces contra el suelo del coche como si fuera a escardar patatas. El muy joputa dejó de respirar.


Caso 4

Mi querido Nokia Express me dejó una noche abandonado en el metro. Se escapó de mi bolsillo mientras yo estaba sentado, esperando ser adoptado por alguien más cariñoso. Se fue con todos mis amigos, las tías que me gustaban, mis proyectos, grabaciones y fotos. Ahora vive en casa de alguien y sufro por ello. Por la noche oigo a veces llamadas fantasmas que me incomodan.

Hoy convivo con un HTC negro que está cuadrao, al que exprimo tanto como a mi cerebro. Lo mimo, le limpio la pantalla, le acaricio las esquinas ... pero él sabe que tiene que serme fiel ... si no quiere acabar como los otros.



Notas

Los nombres utilizados en esta narración no son ficticios, aunque se han omitido los apellidos por respeto a sus familiares. Excepto en el caso del Nokia, por haberse escabullido y para que se sepa.

Actualmente estoy sometido a un programa de rehabilitación con autoterapia descontracturante, para convivir sin conflicto con las nuevas tecnologías, y mis aparatos me adoran. Por si acaso, no me he vuelto a casar.












domingo, 6 de octubre de 2013

Crítica a Gravity, de Alfonso Cuarón.

Sandra Bullock en Gravity (2013)
La epopeya de una mujer astronauta 

La lanzadera espacial Explorer ha salido a reparar el telescopio Hubble. Es el vuelo ST-157, comandado por el veterano Matt Kowalski, y en el que la novata astronauta Ryan Stone es la encargada técnica de la misión.

Les acompañan Thomas, Dasari y Evans, que apenas salen en la película. George Clooney (Kowalski) y Sandra Bullock (Stone) son los protagonistas absolutos de esta cinta de acción y suspense  que ha dejado alelados de entusiasmo a los críticos y a otros, simplemente, nos ha gustado.

Todo transcurre normalmente: Ryan repara el Hubble en el exterior y Matt bromea mientras da vueltas alrededor de la lanzadera con una mochila propulsora. Repentinamente reciben de Houston una llamada de advertencia para que se refugien en la nave: un misil ruso ha destruido un satélite espía obsoleto de la misma nacionalidad y sus restos han provocado un desastre en cadena. Varios satélites de otros países han sido destruidos por la basura espacial generada y sus fragmentos se desplazan a miles de kilómetros por hora directamente hacia ellos.

Reparando el telescopio Hubble
Pierden la comunicación con la tierra y no les da tiempo de refugiarse. La basura espacial les impacta, como una metralla gigantesca y letal. El Explorer queda inservible, hay varios muertos.

Ryan y Matt quedan separados de la nave y vagan por el espacio en búsqueda de La Estación Espacial Internacional y dos naves Soyuz rusas que están acopladas a la misma. Desgraciadamente una de ellas está inservible y deben acercarse hasta la otra, su única salvación.

La aventura espacial de Matt y Ryan tiene similitudes con Misión a Marte (2000) en la cuál los astronautas se quedan indefensos en el espacio exterior, sin una nave que les sirva de refugio y un astronauta se sacrifica por el resto. También con Alien, pues es una escultural astronauta en ropa interior la protagonista y tiene miedo, un miedo atroz, sólo que esta vez Sandra Bullock no suda lo más mínimo.

La Estación Espacial Internacional y las Soyuz
Hay incendios, escotillas, angustias por la falta de oxígeno y un extintor usado a modo de propulsor. La gravedad cero es la que da título a la película y la contrapone a la gravedad de la Tierra en los planos finales, de tintes tan emocionantes como 2001, Una odisea en el espacio.

Otras fuentes de las que bebe Alfonso Cuarón es El planeta de los simios (1967), en la escena cuando cae la cápsula al agua, sólo que el director mejicano finaliza su película como empieza aquélla.

La película es excelente por la belleza de su fotografía, porque las explosiones no se oyen en el espacio, aunque sí que podemos oír el angustioso y magistral jadeo de la astronauta que se cree morir. Sentimos su bisoñez, su fragilidad, su humanidad. Pues todos los espectadores somos legos como astronautas. Clooney, en cambio, está en su papel de siempre, tan dinámico, intemporal y artificioso como de costumbre. No me imagino ni al más experto de los astronautas quedarse tan campante ante la tragedia que experimenta, a no ser que esté fumado o la hipoxia le haya jugado una mala pasada.

Lo mejor: los planos de la destrucción en el vacío de la naves y la interpretación de Bullock.

Lo peor: el incombustible e insufrible Clooney, que no se calla ni en el espacio.

Imprescindible como película de astronautas, muy bella y muy bien documentada. Ha consagrado a Alfonso Cuarón como uno de los grandes de hoy en día.



Nota

En la gala de los Oscar de 2014, Gravity obtuvo siete galardones (mejor director, mejor montaje, mejor fotografía, mejor banda sonora original, mejor mezcla de sonido, mejor montaje de sonido y mejores efectos visuales) .


Enlaces

Otra crítica a "Gravity"

Misión a Marte (2000). Brian de Palma