martes, 2 de abril de 2013

ReCetAriO iNsÓliTo de este Madrid canino

Huevos Delmónico

Huevos Delmónico, estilo Angry Birds

Del famoso libro de cocina de los enloquecidos cerdos huevomaníacos persiguepájaros sacamos esta receta especial para dos cerdícolas hambrientos.

Se desconoce si tiene algo que ver con el famoso y pionero restaurante neoyorquino Delmonico, pero es un buen entrante para ponerse las botas y luego guarrear un rato.

Lo más difícil es comerlo, porque se hace tan apetitoso que se nos caen los trocitos de yema cocida por todas partes.


Ingredientes:

-Dos rebanadas de pan de barra que te haya sobrao de ayer y que tengas por la nevera.

-Un sobre de lonchas de queso cheddar, ese de color amarillo calabaza.

-Dos huevos de gallina cocidos a los 8 minutos (o duros).

-Unas tiras de pimientos rojos de El Bierzo, de Lodosa o vulgares pimientos morrones que no sean ni de China ni del Perú.

-Un sobre de crema de champiñones a la taza o medio de sopa de lo mismo, pero sin picatostes de los huevos.

-Pimentón dulce de La Vera, o del que te salga de la v ...

-Perejil requeteseco



Cómo se hace:

A.- Se cuecen los huevos y se pican; también el queso, casi como rallado; se corta en tiras cortas el pimiento y se reserva todo.

B.-Se calienta agua hasta hervir y se vierte la crema de champiñones, removiendo y rescatando los jodidos picatostes si los hubiere.

C.-Se añaden ahora huevos, queso y pimiento, removiendo hasta la fusión del subproducto de la leche.

D.-Mientras todo eso está en caliente, se mete el pan en la tostadora, y caliente, se vierte una cantidad hasta cubrir la rebanada de pan. Espolvorea con el pimentón y el perejil. Está que te cagas.

E.-Puedes compartir los berretes con quien tengas enfrente o seguir con un melón de piel de sapo con un serrano cortado en lonchas translúcidas.

De bebida, Fanta o Coca-Cola.



Saber más:


ZAMORA Jueves y Viernes Santo 2013

Jesús Yacente
Inciensos y capirotes
  
La cita con la tradición, y casi la costumbre, aconteció de nuevo. Los capirotes inmaculados de paño blanco y ribetes morados,  los capuchones negros embreados, las cruces color madera y la imaginería más conseguida se extendieron por Zamora, hoy más destartalada de edificios pero mejor pavimentada que hace casi tres décadas.

Por aquel entonces el Regimiento de Infantería Toledo 35 animaba la ciudad con sus militares y sus soldados, con sus pedidos de suministros a mercados y fábricas, sus familias y las novedades que traían. Aunque cuando se marchó, la ciudad sólo le devolvió ingratitud.


Jesús Yacente

Los ganaderos venían con sus mercedes rojos a pasearse y fumarse un puro entre burgueses y funcionarios; y los agricultores con furgonetas oxidadas llegaban hasta el mercado de abastos y a los ultramarinos para traer unas cajas de pimientos verdes, patatas, tomates y zanahorias que sabían a gloria.
Jesús Yacente en San Cipriano





Hoy, en cambio, son mayoritariamente extraprovinciales los que recalan en la ciudad en Semana Santa, o aquellos que estudian en Salamanca; y los que fueron a Madrid y se quedaron, sólo vuelven por estas fechas.

Santo Entierro
Y un poco de todo aquello soy yo, más forastero que nativo, pero más amante de la Semana Santa zamorana que muchos de los que dicen serlo. No me hace falta capa alistana, ni enyugarme con los rebojos o masticar cachuelas o crestas de gallo a dos carrillos para sentir esta tierra; pero también marco la suficiente distancia como para que no me sepulte ni la magnificencia ni la mezquindad de esta tierra parda y auténtica, corazón de la España que todavía late.


Santo Entierro
Fotos:

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