viernes, 22 de febrero de 2013

Ataque a la biodiversidad de España


Invasores de la Tierra, las especies alóctonas que nos amenazan.

Conejo con mixomatosis
Cuando pensamos en "invasores" estamos imaginándonos tropas extranjeras o seres llegados de otros planetas para imponernos sus condiciones y dominarnos.

Sin embargo, hoy en día las invasiones son fundamentalmente migratorias y terrestres, compuestas de organismos y personas, que llegan intencionadamente a nuestro territorio, como puede ser el transporte por seres humanos para la explotación de seres vivos no humanos y personas.

La creciente expansión de especies exóticas invasoras a escala planetaria es sin duda alguna uno de los problemas más graves a los que se enfrenta la biodiversidad a nivel mundial. Se considera que constituye la segunda amenaza más relevante por detrás de la destrucción del hábitat.

Pero también lo es la inmigración de personas venidas de otros lugares, con su carga de ideas, costumbres y también de microorganismos y códigos genéticos diferentes.

En este artículo nos referiremos sólo a los organismos no humanos, fundamentalmente porque es un asunto de moda pero no suficientemente atajado y porque meternos en asuntos de inmigración humana conlleva grandes dificultades ideológicas, económicas, sociológicas y psicológicas, además de las propiamente biológicas. Aunque abordaré el asunto el algún artículo dentro de poco.


Las nuevas especies en el territorio

Desde que el hombre se sedentarizó, hace ya miles de años, se ha hecho acompañar de especies que se han desplazado con él. Así, la gineta y el meloncillo parecen ser especies que en España están ligadas a la época de invasión islámica.

Cotorras argentinas en Barcelona
El ocio palaciego hizo que los reyes preñaran de carpas chinas los estanques o de faisanes los bosques cercanos a las residencias reales. También especies de caza mayor, como los muflones, se soltaron en Canarias en los 70 para deleite de cazadores, pero provocaron la merma de la vegetación autóctona.

Durante los años 50, 60 y 70 los ingenieros forestales y agrícolas del Estado, además de particulares muy ambiciosos y escasamente previsores, desparramaron especies exóticas por nuestros ríos y campos, que han provocado verdaderas tragedias ecológicas difíciles de erradicar: truchas arco iris,  lucios, percas americanas, siluros, cangrejos rojos, eucaliptos, pinos de varias especies, ...

Mucho han criticado los conservacionistas progresistas aquellas sueltas, pero poco las nuevas tragedias para el medio y nuestra biodiversidad, como la expansión de las astrildas, tortugas de Florida, visiones americanos, mapaches o las sempiternas cotorras argentinas. Tampoco lo han hecho con las sueltas y "liberaciones" de animales cautivos en granjas peleteras o sueltas masivas convocadas por anticipado de animales exóticos por parte de colectivos religiosos como los budistas.

Los padres regalan mascotas a sus hijos y cuando se cansan de ellas las echan por el desagüe o las abandonan en campos y estanques, como las tortugas de Florida y los carpines (Carassius auratus).

Los masones llenaron en el siglo XIX los parques y aceras de Madrid con acacias, un árbol que es capaz de asilvestrarse con facilidad.

Grafiosis del olmo

La gravedad del problema se ve en la extinción de los olmos en España por la grafiosis, importada accidentalmente por remesas de madera de Holanda, que ha traído otro desmán en forma de sustitución por el Ulmus pumila, un olmo asiático que se extiende con rapidez.

También se han dado casos en León y Málaga de graves alergias, algunas mortales, por picaduras de hormigas importadas en maderas tropicales.

La creciente moda de criar reptiles de gran tamaño en las casas ha causado fugas de gecos, lagartos, boas y otras serpientes, con un impacto hasta ahora desconocido.


Mala praxis de científicos, empresarios, los particulares y los estados.

Se tiende a considerar que las sueltas de empresarios y particulares representan las mayores amenazas para la biodiversidad, sin embargo son las decisiones de los estados y sus científicos las causantes de los mayores desastres ecológicos.

Las masivas plantaciones de coníferas resinosas fácilmente inflamables en vez de frondosas (robles, encinas, ...) en los montes españoles ha provocado incendios masivos y colonización de hongos superiores ligados a tales sistemas, pero no ha generado hábitats ricos para especies animales como pequeños mamíferos o aves por su escasa capacidad para generar suelos fértiles y biodiversidad vegetal.

La introducción de gambusias para luchar contra el paludismo en España ha alterado la ictiofauna de muchos sistemas fluviales. También la suelta de cangrejos rojos y su extensión por todas las cuencas fluviales españolas ha provocado la casi extinción del cangrejo autóctono por afanomicosis.

Aphanomyces astaci, hongo del cangrejo 
Otro ejemplo más letal proviene de científicos exterminadores. La neumonía hemorrágico vírica y la mixomatosis, enfermedades ligadas a los conejos y de introducción voluntaria en Francia para exterminar a los conejos, ha sido de efectos devastadores en España, donde es el pilar alimentario fundamental de decenas de especies, como el lince y el águila imperial, cuyas poblaciones se han quedado al borde de la extinción por la rarefacción del conejo.


Vespa velutina, depredadora de abejas 
ENLACES

En los siguientes enlaces se analizan las especies exóticas que suponen o pueden suponer una amenaza para las especies autóctonas que viven en estado silvestre en España, para los hábitats y para los ecosistemas.

Sin embargo, no se incluyen la actuación de las plagas agrícolas, los microorganismos y los organismos genéticamente modificados, que suponen peligros más directos para la salud humana.