viernes, 12 de octubre de 2012

Ribera de El Pardo: un basurero que proteger

Un paseo por la naturaleza madrileña

El Pardo, río Manzanares
11/10/2012
Bosquete de ailantos
Comencé el recorrido a mediodía, al lado de un acuartelamiento de la Guardia Real. Sobre el muro de la represa que hay en esa zona del río, ya divisé una lavandera cascadeña y una lavandera blanca, ambas con el plumaje nupcial, lo mismo que los ánades reales machos que me encontré.

Las omnipresentes cotorras argentinas pasaban incesantemente en escuadrillas, graznando escandalosamente por encima de mi cabeza. Esta especie ya es muy común en lugares como La Dehesa de la Villa y la Casa de Campo, habiéndola visto también sobre el Parque Santander, Quinta de Los Molinos  y muchos otros puntos de Madrid con arbolado. Aprecio una expansión en los últimos dos años hacia zonas más urbanas. En El Pardo no la había visto antes.

Otra especie invasora, ahora muy presente, es el ailanto o árbol de China (Ailanthus altissima), que aparece en las cunetas de acceso al pueblo desde Madrid, junto al mismo encinar. Algunos ejemplares tienen ya troncos de varias decenas de centímetros de diámetro, e incluso existe un bosquete junto al mismo río.

Brotes de ailanto al pie de una encina
Un pequeño misil de azul verdoso brillante pasó por delante de mí antes de calarme los prismáticos; era, claro, un martín pescador. Y otro, o el mismo, pasó de nuevo y más cerca en dirección a la presa del El Pardo, una hora más tarde.

Después de estar lloviendo copiosamente durante una hora, comprobé cómo dos cangrejos rojos (Procambarus clarkii) emergían boca arriba entre los vegetales sumergidos. Es ésta otra especie invasora muy presente en este tramo del Manzanares.

Al atardecer y de fondo se oyen los bramidos de los ciervos machos, en plena berrera en el encinar colindante de El Monte de El Pardo. Y mucho más cerca, en la ribera, al menos dos piaras de jabalíes gruñen y merodean hozando en los sotos del río.

El Manzanares en pleno chaparrón
Por primera vez, desde que voy a esta zona a ver aves, localizo una decena de rabilargos entre una agrupación de jóvenes pinos piñoneros de repoblación. Y sobre uno de ellos, diviso a lo lejos un pito verde, que luego bajó a tierra, tal vez en busca de hormigas. Una grajilla solitaria acompaña su campeo, lejos de sus campanarios habituales.

Algunos mirlos comunes aparecen a media distancia posados en tierra. También las palomas torcaces, muy abundantes y asustadizas.




Camino recreativo junto al río




En el cielo, una gran garza real grazna y vuela en dirección a la presa.

La vegetación del tramo que va desde el pueblo hasta la presa tiene aspecto de salvajismo natural y llega a ser muy densa en algunas zonas de ribera y en el mismo centro del río. Sin embargo, he llegado a localizar  olmo de siberia (Ulmus pumila) entre la misma.





Álamos negros en otoño

Espino albar fructificado




Los escaramujos están en todo su esplendor frutal; al igual que un espino albar, sorprendentemente, pues estamos sólo a principios de otoño.

Restos de pernoctaciones
No vi zarzamoras fructificadas, a pesar de que por Navacerrada, la semana pasada todas las zarzas estaban cuajadas de frutos rojos y negros.

Toda la zona aparece salpicada de basura en los puestos de pesca, siendo las latas de cerveza y las botellas de plástico un desagradable y antiestético muestrario de la estulticia humana.

Pinos piñoneros
También se encuentran restos de asentamientos temporales de rumanos y otros colectivos foráneos, que han dejado constancia de su presencia con mantas y restos de basura en las zonas con menos vegetación.

Ocultar la basura por pudor
Urge una actuación de limpieza a cargo del ayuntamiento y su vigilancia para que no se convierta este valiosísimo enclave natural en un estercolero o en un jardín periurbano, lleno de exóticas y acampadas.

Faroles de El Pardo
Es cierto que los individuos y colectivos que usan esta parte del río para divertirse, trabajar, residir, acampar, depredar, pescar, ver aves, ir en bicicleta o simplemente pasear son responsables de no arrojar basura ni destrozar las plantas, pero también el ayuntamiento debe velar por su limpieza, conservación y respeto, y allí hay la misma basura desde hace años, acumulándose y enterrándose por medios naturales año tras año.

¿Qué pensarán los arqueólogos del siglo XXXI de los habitantes de El Pardo? Que eran unos cerditos y les molaba vivir entre la basura.


Cubil de mamífero de mediano
tamaño con salida al río
Gatos antropomorfizados



Cenicero de coche vaciado



Notas sobre los cangrejos en España
El Manzanares bajo la lluvia

Las especies de cangrejos que han sustituido al autóctono son: El cangrejo señal (Pacifastacus leniusculus) y el cangrejo rojo (Procambarus clarkii), ambas portadores del hongo Aphanomyces astaci, agente responsable de la afanomicosis.

El cangrejo rojo se encuentra limitado por barreras ecológicas (las aguas frías, poco productivas y de suelos duros) lo cual ofrece alguna esperanza para las poblaciones de autóctono acantonadas en las cabeceras (Gil Sánchez y Alba-Tercedor, 2001). Sin embargo, el cangrejo señal es una especie más afín que no tiene dichas limitaciones.

En la actualidad la mayoría de las poblaciones autóctonas se localizan en pequeños arroyos de cabecera, normalmente aislados por tramos secos, cascadas o diques. Es una especie omnívora, que en invierno mantiene un periodo de inactividad.





Enlaces


Permisos para cazar el cangrejo señal sin restricciones en Castilla y León


La orden de Junta afectará también a otras especies exóticas invasoras, en concreto al cangrejo rojo, lucio, lucioperca, percasol, pez gato, alburno y siluro.

El cangrejo de río

Cotorra argentina (Myiopsitta monachus).

Visones americanos en el río Manzanares.

Cisne vulgar (Cygnus olor) en el río Manzanares, El Pardo (Madrid)

2 comentarios:

77ches dijo...

no tienes vergüenza , en el futuro se sabra que sois los domingueros los que os cargais el real sitio de el pardo . ademas de tener que soportar los vecinos como se gasta el ayuntamiento el dinero en paseos y miradores que despues acaban abandonados mientras que el pueblo necesita mejoras . la mierda la traeis los domingueros .

El Zenobita dijo...

No soy un dominguero. Visito esa zona de El pardo muy a menudo para ver aves y plantas, y lleno una bolsa grande de basura cada vez con los desperdicios que deja la gente allí: domingueros, residentes y vagabundos, que a todos he visto dejar desperdicios. He hablado con gente de allí y pescadores y dicen que dejan las bolsas de basura "donde pueden" porque no hay suficientes contenedores ni papeleras. No soy del pueblo pero recojo la mierda de los demás -residentes incluidos- para que el sitio no parezca un estercolero. Si hubiese voluntarios de El Pardo que no echasen la culpa a los demás o al Ayuntamiento y recogiesen la basura, no tendría que venir gente de fuera a hacerlo. Celebro que seas tan limpio, pero ¿te has puesto alguna vez a recoger los desperdicios de tu querido pueblo?